PROCESO POR ATAQUE A FISCAL ELGUETA Y OTROS DELITOS TERRORISTAS
>> jueves, 25 de noviembre de 2010
Mapuches increpan a fiscales, a testigos ocultos y piden juicio justo.
El incidente se produjo luego de que el testigo secreto, cuestionado desde el inicio por los acusados y sus defensores, identificara con su nombre a uno de los mapuches como el responsable de los disparos en su contra. Los comuneros se pararon y le gritaron “mentiroso” y “da la cara”. Además, Héctor Llaitul exigió a los fiscales un juicio justo.
Helvia Avendaño
Diez minutos llevaba declarando el testigo protegido identificado sólo con el numero 13, cuando los mapuches acusados del ataque al fiscal Mario Elgueta y de diversos delitos terroristas se pararon intempestivamente y abandonaron la sala de la audiencia del Tribunal Oral en lo Penal de Cañete.
Diez minutos llevaba declarando el testigo protegido identificado sólo con el numero 13, cuando los mapuches acusados del ataque al fiscal Mario Elgueta y de diversos delitos terroristas se pararon intempestivamente y abandonaron la sala de la audiencia del Tribunal Oral en lo Penal de Cañete.
La señal fue clara. No estaban dispuestos a escuchar imputaciones sin conocer el rostro de quien las hacía. Además, el testigo secreto, quien se identificó como brigadista forestal de Mininco, acusó directamente a Nolberto Parra Leiva como el autor de dos hechos que lo afectaron durante 2008 y que él catalogó como emboscadas con disparos.
Al escuchar esto, Parra le grito que diera la cara e inmediatamente Héctor Llaitul se paró y dijo que exigían un juicio justo. “Déjese de mentir, queremos un juicio trasparente”, le increpó al fiscal Andrés Cruz, mientras hacia abandono de la sala. De fondo, gritos de público y de los acusados, mientras los gendarmes trataban de poner orden.
El interrogatorio continuó sin los mapuches en la sala, mientras el testigo protegido declaraba desde una sala contigua y de espalda a la cámara. En su contrainterrogatorio, el defensor Pablo Ortega, quién defiende a Héctor Llaitul, pudo revelar que se trataba de un ex carabinero, quién ejerció como funcionarios policial entre 1999 y 2002.
“Nosotros tenemos serias sospechas de que esta persona fue alejada de la institución por situaciones reñidas con la ley… en este caso concreto tenemos la imposibilidad de presentar una querella por falso testimonio, porque ésta es una persona que se esconde”, señaló.
No obstante, el testigo indicó que su retiro de Carabineros se debía a problemas personales y familiares. Pese a esa aclaración, Pelayo Vidal, defensor penal público de tres de los acusados, entre ellos Nolberto Parra, insistió en los cuestionamientos. “El dijo que su retiro había sido voluntario. Sin embrago, nunca pudimos investigar si esto era así o no… Pero no podemos desacreditar al testigo por que no conocemos su nombre ni lo que ha hecho en su vida”, cuestionó.
Pelayo Vial manifestó que el reconocimiento que el testigo hizo de su defendido fue bastante precario e insuficiente, ya que sólo sindica un overol que supuestamente por Parra Leiva como única prueba. El abogado Adolfo Montiel fue más allá y le preguntó directamente si había recibido algún pago por prestar declaración, ante lo cual el testigo con reserva respondió con un tajante no.
“Testigo profesional”
Durante la tarde declaró Gustavo Aranela, de profesión contador auditor y quien trabaja como contratista de Forestal Mininco. En su testimonio indicó que desde 1998 a 2009 fue testigo de diversos hechos de violencia en Bio Bio y La Araucarnía , calificándolo como una escalada de la violencia de la cual Llaitul y la activista Patricia Troncoso eran supuestamente “los principales líderes”.
“Los grupos que estaban muy bien organizadores eran manejados por el comandante Héctor y la Chepa. En una ocasión vi como le disparaban a un helicóptero… nosotros sufríamos ataques permanentes en el campamento de Ranquilhue, Tranaquepe, en todo Lleu Lleu; recibíamos disparos con una clara intensión de causar temor. Incluso una vez quemaron unas cabañas y vehículos y sacaron sus familias desde dentro, amenazándolas. Si eso no es terrorismo, entonces qué es”, relató el testigo.
Ortega respondió: “Es un testigo que no tiene ninguna credibilidad. Creemos que ha quedado demostrado que es un testigo profesional y que por haber ido a declarar a otros juicios, Forestal Mininco lo ha premiado entregándole la concesión de las labores de vigilancia en los predios. Entendemos que es un testigo que tiene otros motivos para declarar y, por lo tanto, no tendrá mayor valor probatorio”.
Y que en su testimonio él mismo confirmó que ha declarado en cuatro ocasiones, entre ellas, en 2002 por el caso Polanco Podenco, en La Araucanía. De hecho, la defensa recordó que en procesos anteriores, Aranela recibió una querella por falso testimonio, ya que identificó a una persona como autora de un delito cuando estaba en la carcel.
Huelga de hambre en suspenso.
Respecto a la huelga de hambre que retomarían 12 de los 17 acusados. Ortega indicó que aún no hay una confirmación.
“Tenemos la impresión de que ellos están evaluando esa posibilidad. Nosotros como abogados no tenemos la respuesta, toda vez que eso es resorte de las propias organizaciones mapuches”.
En tanto, los familiares ayer (antes de ayer) no se pronunciaron al respecto.
La huelga de hambre fue anunciada el lunes por monseñor Ricardo Ezzati, en su calidad de facilitados del dialogo entre los comuneros y el gobierno.
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