Tribunal de Concepción absuelve a comuneros mapuche y marca precedente ante decisión de la Corte Suprema.

Paula Correa

Cuando la huelga de hambre de los presos políticos mapuche ya supera los 72 días, finalizó el segundo proceso civil que acusa a los comuneros por el ataque al fiscal Mario Elgueta. Familiares y abogados defensores valoraron la medida y analizaron su significado a puertas de la decisión final de la Corte Suprema.

La Corte de Apelaciones de Concepción ratificó el fallo emitido el 16 de diciembre del 2010 por el Juzgado Militar de Valdivia, que absuelve a comuneros mapuche por los delitos asociados al ataque al fiscal. Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Hullical sostienen una huelga que alcanza los 72 días, quienes luchan por un juicio justo en desmedro de las sentencias otorgadas con el testimonio de testigos protegidos, el que fue desestimado en Valdivia y Concepción.

Los dirigentes ya fueron condenados por estos mismos hechos en el Tribunal de Cañete, proceso que presentó una serie de irregularidades, por lo que los abogados defensores recurrieron a la nulidad en la Corte Suprema, proceso que está en curso.

Los familiares se mostraron contentos con esta resolución. Millaray Garrido, pareja de José Huenuche, señaló que “al fin se está haciendo un poquito de justicia con nuestros presos, ya era suficiente que los estuvieran juzgando por dos tribunales. Estamos satisfechos, pero todavía nos falta el largo camino a la Corte Suprema”, indicó.

Por su parte, los abogados defensores valoraron la medida como “un logro” al no considerar las declaraciones de los testigos protegidos y afirmaron que esto puede constituir un importante precedente respecto al recurso de nulidad en la Corte Suprema.

La abogada defensora de Jonathan Huillical, Victoria Fariña, declaró que “si pensamos que en un juicio inquisitivo, un proceso donde hubo secreto de sumario y hay restricciones en comparación con los juicios civiles, y este tribunal concluye que son pruebas insuficientes, es una luz que se extiende a lo que pueda determinar la Corte Suprema”.

Sin embargo, Pablo Ortega, abogado defensor de Héctor Llaitul, indicó que es curioso que la vía que pensaban que sería la más complicada; la justicia militar, sea desde donde primero llega una absolución, quien añadió que ahora sólo los dos jueces del Tribunal Oral de Cañete mantienen su decisión con pruebas “tan débiles”.

La Hermana de Ramón Llanquileo, Natividad Llanquileo, explicó esto a través de las constantes irregularidades que se suelen dar en los procesos judiciales a los mapuche. “Cualquier tribunal que hubiera hecho un trabajo objetivo hubiese juzgado sin la presencia de testigos protegidos. El tribunal militar tuvo las mismas pruebas del juicio oral, con la diferencia que el tribunal militar no entregó validez al testimonio de los testigos protegidos. Estas son las cosas raras que aparecen cuando se juzga a comuneros mapuche”.

La vocera de los presos políticos mapuche señaló que los comuneros  se tomaron la noticia de una manera fría y aún con desconfianza por la forma en la que ha actuado el Estado y la justicia con ellos, y que hoy, cuando la justicia chilena ha dictado sentencias contradictorias, queda más claro que se cometieron irregularidades en el proceso que los condenó a 20 y 25 años, por lo que mantendrán la huelga con más fuerza a la espera de la resolución de la Corte Suprema.