La resistencia mapuche, los medios de comunicación ( a proposito de Informe Especial) y el proyecto de liberación nacional CAM.
>> miércoles, 24 de octubre de 2012
La historia del pueblo mapuche, desde la llegada del europeo hasta hoy,
se encuentra atravesada por la aniquilacion, desprecio
a nuestra gente producto del etnocentrismo winka y construcción de su
imaginario, del continuo afán de homogenizar las expresiones culturales, la
asimilación forzada disfrazada de filantropía, buenas intenciones y
subvaloración de las capacidades ta iñ com pu che. De la permanente dicotomía de lo bueno y lo
malo, de lo correcto, del buen camino hacia la libertad y el progreso, ejemplos
de desarrollo que desbordan en los libros de historia y economía, en la
oralidad de la pujante chilenidad que aspira a tener su PYME y lograr ser tan
competitivo y exitoso como la familia Matte o Edwards. Los mapuche somos una
nación menospreciada, acorralada y usurpada, por la ambición inmoral de los que
ostentan, a sangre y fuego, la administración del territorio mapuche, pero
también con una memoria y un relato propio, que en estos últimos años a
reaprendido de si misma, nos reconocemos y reconstruimos cultural, política y
territorialmente. El mapuche ya no es chileno, se siente y se ve mapuche y eso
es un avance cualitativo. Sencillamente valoramos lo que somos, lo defendemos,
recuperamos lo que nos pertenece, desde una postura propia, desde un relato
reconstruido a través se la historia oral, el respeto a nuestras autoridades
ancestrales, a los pewma, al nutram, al trawun, ngillatun, llellipun, al pensar
de nuestros antiguos, a la palabra de nuestros pu longko. Desde una postura
militante, de entrega y sacrificio, por que el ser mapuche hoy, es una
encrucijada, una disyuntiva, no es fácil. Aun así, se debe y se respeta el kiñe
rüpu ta iñ kuifike che yem, se camina y sigue con decisión para ser gente ta iñ
mapu.
Entendemos y sabemos, que tal avance no es bien visto por los dueños de
la historia oficial, es más; dentro de la prioridades del gobierno, empresarios
y trasnacionales, esta en extinguir cualquier expresión de emancipación y
reinvindicacion territorial, política o espiritual, ta iñ weichan, expresiones
como la defensa y recuperacion en Pilmaiquén y Panguipulli contra centrales
hidroeléctricas, en Arauco contra las mineras y forestales, en Quepe contra el
aeropuerto, en San Juan de la Costa y Osorno por sitios sagrados, la recuperacion de territorio ancestral en
Ercilla, etc. Sus armas; los medios de comunicacion, la aplicacion de la ley
antiterrorista, la policía militarizada en el territorio, el servicio de
inteligencia y el amparo de las autoridades otorgando concesiones
administrativas y de procedimiento a carabineros y PDI, haciendo vista gorda a
la represión desmedida y vulneración a los DDHH fundamentales, convenios
internacionales, expresando la continuidad de la doctrina del racismo. Un Far
West, donde se puede asesinar a un mapuche por la espalda sin que el
responsable tenga una condena adecuada, mientras que un mapuche por defender a
su familia de un allanamiento policíal es condenado a más de 10 años. La
autodefensa como un crimen y el asesinato a un “indio” por la espalda, un acto heroico. Las paradojas de la nueva
pacificación de la araucania.
Ercilla,
el nuevo eslabón.
Hoy podemos ver que los medios de comunicación y los intereses de la
institucionalidad chilena, principalmente el ejecutivo, vienen mostrando una
preocupación inusitada en un ciertos sectores del territorio mapuche. El
gobierno de turno ha insistido permanentemente en ensayar formulas para desarrollar
una estrategia a mediano y largo plazo para desmovilizar las comunidades en
resistencia y recuperación territorial, generando un claro ambiente de
estigmatización y represión versus espacios de inversión a través de las ADI y
de desarrollo con las comunidades amigas (primero en la provincia de Arauco,
actualmente en la provincia de Malleco), apelando a un progreso a través del
emprendimiento y despreciando las expresiones de autonomía y control
territorial, considerándolas terroristas y en último caso como delictuales, al
final y al cabo se debe continuar estigmatizando nuestra expresión como nación,
la necesidad de desarrollar nuestras propia forma de entender y valorar (ad
mapu-ad mongen), que niega este supuesto desarrollo, de corte neoliberal por
tanto individual y dependiente de un mercado, por consiguiente somos los enemigos
del progreso y de un proyecto país (de unos pocos). El enemigo interno del
estado chileno a quien deben combatir con todos los medios y a cualquier
precio.
Ercilla es un eslabón difícil de ignorar para el gobierno de Piñera y
Hinzpeter, la han trasformado en la tesis y antitesis de la resistencia
mapuche. Preparando el escenario para desarrollar, en su máxima expresión, la
política de la zanahoria y el garrote, dividir para gobernar y diversas otras,
aprendidas en la Escuela de las Américas.
En este contexto el Plan Araucania y la cumbre de seguridadad son
indivisibles, es harina de un mismo costal, son la zanahoria y el garrote.
Asimilación, cooptación y profundizacion de la dependencia con la
institucionalidad, en ningún caso fomentan o estructuran un proyecto autónomo,
y en eso hay que ser categórico. No es más que la continuidad de la política
asistencial y paternalista por parte del gobierno. Las estrategias promovidas por
el Estado, están muy lejanas del ad mongen ka ad mapu meu. Solo han alimentado
la division y la violencia. Son la antesala de la inversión trasnacional, por
tanto el despojo definitivo del territorio, kimun y rakizuam mapuche.
En tanto la cumbre de seguridad, significa mayor represión dirigida a
los territorios en resistencia y recuperación, lo que considera mayores
recursos para aumentar y consolidar la militarización, el trabajo de
inteligencia, y además de seguir promoviendo la criminalizacion y perfeccionar
la judicialización de las justas demandas ancestrales.
Entonces se prepara detalladamente el escenario, con cautela, para
reprimir, y que esta represión se justifique. Que se encarcele y se persiga las
expresiones que encarnar una propuesta de liberación nacional. Situación que en
Ercilla, particularmente en Temucuicui,
avanza, día a día, hacia un proceso y expresión autónoma.
En este sentido y para profundizar el debate, la CAM propone un
programa, fundado bajo tres premisas, promoviendo la autonomía, el control
territorial y la reconstrucción nacional:
1.- RECUPERACIÓN DE
TIERRAS ANCESTRALES: Es decir no limitadas a los títulos de merced como es la
política del Estado Chileno a través de la CONADI. Idealmente a través de
recuperaciones “de hecho” y no institucionales (compra de tierras).
2.- EL CONTROL TERRITORIAL EN LA COMUNIDAD Y EN EL
LOF: Este se inicia con las ocupaciones productivas y permanentes de tierra,
pero exige un salto cualitativo, que pase del control económico y productivo de
los recursos, desde una perspectiva capitalista, a la transformación de ese
tipo de relaciones y la ruptura definitiva con el sistema global. Es decir, no
queremos tierras para seguir plantándolas con Pino y Eucaliptus, y venderlas a
las forestales e integrarnos al sistema. El Control Territorial significa
además el control político junto a la reactivación cultural y religiosa de
nuestro mundo.
3.- LA REARTICULACIÓN DE LAS COMUNIDADES Y EL
CONTROL TERRITORIAL DE LOS FUTALMAPU: Es necesario la rearticulación de las
comunidades, a través de sus lof ancestrales e identidades territoriales. Es
decir que la rearticulación, de estas generen un proceso de acumulación de
fuerzas suficientes para el Control Territorial de zonas cada vez más amplias
que restablezcan los antiguos Lof y Futalmapu.
Programa
planteado como medio para la reconstrucción y liberación nacional. Sumándose la
función que cumplen, además, los ORT (Órganos de Resistencia Territorial); “defender los procesos de recuperación de
tierras; ejerciendo el control territorial; y por otra, visualizando la
arremetida capitalista de la mano de los grandes inversionistas patrocinada por
el Estado; frenando el avance de las transnacionales: forestales, centrales
hidroeléctricas, latifundistas, etc”
El
Estado pone énfasis en su supuesto estado de derecho y en su concepto de nación
única e indivisible, el mapuche en nuestro derecho ancestral sobre nuestro
territorio y autonomía. Comprendemos que si no avanzamos hacia mayores derechos
políticos y territoriales estamos destinados a desaparecer, por tanto nuestra
postura debe ser clara, ta iñ kiñe rüpu, nuestra moral inquebrantable, con una
ética del weichan, desde las comunidades quienes deben constituir su propia
expresión de autodefensa y de recuperación territorial, procesos que debe ir en
aumento, y que buscan principalmente detener el avance de la inversión y
usurpación por parte de las trasnacionales, para en paralelo ejercer el control
territorial, reconstruyendo y recreando nuestra vida como mapuche.
Miente, Miente que algo queda
El pasado
martes, se trasmitió en TVN, en el programa Informe Especial, un reportaje
titulado “Zona Roja”, realizado por Santiago Pavlovic como periodista y Sergio
Ramírez como productor.
Reportaje que
no aspiraba ha otra cosa que deslegitimar la recuperación política-territorial
del pueblo nación mapuche y posicionar las políticas de inversión y seguridad
por parte del Estado ( en este caso las Areas de Desarrollo Indigena)
Realizando comparaciones burdas, afirmaciones infundadas y conjeturas
tendenciosas. Parten instalando el concepto de “Zona Roja” (territorio
comprendido entre Ercilla, Collipulli y Angol) y intento de limpieza étnica por
parte de las comunidades más radicalizadas, que los territorios recuperados se
encuentran abandonados y sin producción, que existe una política de entrega de
tierra y que varias comunidades han sido beneficiadas, estos dos puntos
asumidos desde una política de producción capitalista y neoliberal por tanto
descontextualiza de nuestra relación con el territorio, que los jueces tienen
un sesgo a favor de los mapuche, planteado por el mismo fiscal regional
Francisco Ljubetic. Describen, además, una seguidillas de sucesos, vinculándolos
tendenciosamente y sin ninguna prueba a la causa mapuche, tales como la quema
de un colegio en Chequenco, abigeato, asaltos para conseguir armas y dinero a
campesinos pobres del sector, además de la quema de sus hogares, agresiones
permanentes a pequeños parcelero, la muerte del Sargento de GOPE Hugo Albornoz
y del parcelero Héctor Gallardo, la quema de la casa del longko Curinao y un
infinito etceterea. Para finalmente concluir planteando que somos todos
chilenos y que el debate debería darse en torno a el reconocimiento
constitucional y las posibilidades de tener representantes en el parlamento.
Nosotros no
creemos en las sugerencias y afirmaciones del Sr. Pavlovic, al contrario
proponemos que el debate debe girar en torno a otros ejes e ideas tales como;
nación, autonomía, control territorial, reconstruccion y liberación nacional,
en ningún caso un debate que pretenda propiciar la integración forzada ni menos
promover formas de desarrollo ajenas a nuestros principios como pueblo. Se debe
discutir desde nuestro conocimiento y proponer alternativas autónomas de
reconstrucción de la vida mapuche y del espacio territorial y espiritual, base
esencial, para luego debatir sobre sus formas y seguir profundizando sobre su
sentido y desarrollo.
Mas de una hora
de programa, que no es más que la continuidad de campañas mediáticas, que
pretenden inventar contextos, preparando escenario y generar condiciones para
mantener el estado de las cosas, justificando arremetidas represivas y
judiciales por parte del Estado.
Los medios de
comunicación, de diverso tipo y sin olvidar que en Chile existe una
concentración de estos, permanentemente azuzan de imágenes que nos retratan
como violentos, sin un proyecto nacional, sin valores, sin un relato y sin
historia. Por otro lado, siempre han sido considerados un instrumento de
dominación, en este caso forjando un relato y generando un imaginario a través
de omisiones, tergiversaciones, criminalización y censura con el objeto de
desinformar, confundir y amedrentar a
las comunidades, con la pretencion de generar un ambiente de terror y
persecución, con el fin de aislar a las comunidades que emprenden el camino de
la reconstrucción nacional, intentando desprestigiar este camino, poniendo
énfasis en la violencia. Este “trabajo periodístico” no es la excepción, no
abre ningún debate ni genera algún aporte, mas bien profundiza la
estigmatización, el prejuicio y la banalidad.
En síntesis en
este programa no se hablo de las reivindicaciones históricas, por territorio y
espiritualidad, de nuestros proyecto de liberación nacional, los procesos de
recuperación y el control territorial de manera seria y menos abordo, a la
altura de las cirscuntacias, la huelga de hambre de nuestros peñi que en la
cárcel de Angol aún persiste, huelga de hambre como camino y decisión para
restablecer la dignidad y la justicia.
Decisiones extremas, que apelan al sacrificio y al cuerpo como un
instrumento y continuidad de lucha.
La nación
mapuche a iniciado su caminar hacia su liberación, y es urgente hoy debatir
sobre autonomía y liberacion nacional. Con una fuerte convicción seguiremos
restituyendo el equilibrio en nuestro territorio, avanzando en la recuperación
territorial y espiritual, preparándonos políticamente, asumiendo los desafíos y
con dignidad los costos de nuestra lucha que, les guste o no a los defensores
del capitalismo, la seguiremos llevando adelante.
Wewaiñ, petu
mogelaiñ.
Marrichiweu
Por Wichan
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